Si das, es más probable que recibas, y quizás en el futuro lo necesites.
Generosidad no solo es dar, también es no esperar nada a cambio.
Las mayores dificultades sólo se superan en equipo. Para ello, hay que buscar el beneficio colectivo por encima del individual.
Desde la generosidad, un grupo se gestiona más fácil que desde el egoísmo.
Si entendemos que el libre albedrío no existe, es más fácil empatizar con otras personas (y con nosotros mismos) y entender sus conductas y situaciones. Desde ahí, el mérito individual pierde valor y lo ganan la cooperación y la generosidad.
¿Qué opinas?
Añade un comentario: