Pasos recomendados:
- Establece un objetivo fácilmente alcanzable, preferentemente de motivación interna (relacionada con mi identidad y mis acciones), no externa (logros dependientes de factores que no controlo).
- Define el pequeño hábito a crear (¿cuándo, dónde, cómo?) para acercarte al objetivo establecido.
- No solo te quedes con la convicción de querer cambiar, debes concretar creando al menos un hábito.
- Si eliminas un hábito, no dejes un vacío en su lugar. Al menos al principio, crea un hábito de sustitución.
- Regula los estímulos sensoriales, especialmente los visuales: aumenta los que facilitan el buen hábito, elimina u oculta los que facilitan el mal hábito.
- Haz atractivo el buen hábito, que genere placer a corto plazo:
- Haciendo a la vez hábitos atractivos y no atractivos.
- Encadenando hábitos atractivos y no atractivos.
- Gamificando.
- Autorrecompensándote.
- Buscando otras personas con las que ejecutar el hábito, sea presencialmente o no.
- Apuntar en un registro tras ejecutar un hábito es placentero.
- Regula las trabas. Conviene que sea fácil mantener los buenos hábitos y que sea difícil mantener los malos.
- Analiza: poner atención en la calidad del proceso es más importante que el objetivo establecido, porque mejora la capacidad de crear cualquier hábito, por encima de un fracaso en un hábito u objetivo concreto.
- Lleva un registro escrito hasta asentar el nuevo hábito.
- Corrige dificultades que vayas detectando en los puntos anteriores.
- Comparte:
- Las personas que mejor te conocen pueden ayudarte con ideas adaptadas a ti.
- Que tu entorno conozca tus nuevos hábitos debería hacer que te ayudasen a mantenerlos.
- Compartir o publicar tu registro de hábitos aumenta tu compromiso.
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