El cerebro percibe las señales que emiten los órganos y actua en consecuencia [1]. Nuestro estado visceral afecta a nuestra conducta y salud emocional.
Ejemplos: el hambre que tenga el juez condicionará el resultado de un juicio. Ver algo en el momento de latir el corazón, tiende a generar una mayor reacción [2].
Es de suponer que un órgano enfermo también tendrá consecuencias.
Las emociones parecen ser el resultado de la combinación de varias dimensiones de señales interoceptivas [3].
Referencias
1. THAYER, Julian F., et al. Heart rate variability, prefrontal neural function, and cognitive performance: the neurovisceral integration perspective on self-regulation, adaptation, and health. Annals of behavioral medicine, 2009, vol. 37, no 2, p. 141-153.
2. Neurociencia del cuerpo. Nazareth Castellanos, 2022.
3. CRITCHLEY, Hugo D.; GARFINKEL, Sarah N. Interoception and emotion. Current opinion in psychology, 2017, vol. 17, p. 7-14.
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