La huella de una reparadora noche.
En unos minutos ya estoy en el Collado Zabalandi, donde paro a desayunar. Por una parte cojo fuerzas para lo que se me viene y por otra disfruto tranquilamente del amanecer, con el Udalatx como protagonista.
Comienza a salir el sol.
Anboto no toma el color rojo que suele tomar otras veces.
Según empiezo a subir diviso el Gorbea y un bonito mar de nubes. A la izq Orisol.
Peñas de Ipizte y el Collado Zabalandi.
Mismas peñas con algunas nieblas en el fondo del valle.
Disfruto al máximo de la subida. Quizás el tramo de la Sierra de Arangio y esta ascensión sean lo mejor de la travesía. Desde luego, cuando más he disfrutado si que es.
Cima de Anboto, 5 de 6. Mi mirada se va al sexto, el Gorbea.
Pero el resto de la afilada sierra no desmerece, todo lo contrario.
Ambiente muy muy alpino. Al final de la sierra se encuentra el Alluitz. Detrás suyo el Untzillatx, y más atrás, el Mugarra.
Imposible no mirar a cualquiera de ellos permanentemente.
Mugarra y Untzillatx.
Añado el resto de la Sierra de Aramotz por la izq.
Untzillatx.
Santuario de Urkiola. El agua que llueve en un lado del tejado va al Mar Cantábrico y el del otro, al Mediterraneo.
El piramidal Anboto y su sierra quedan atrás.
Y el que viene es el Gorbea.
Pero es imposible no mirar atrás frecuentemente.
A la izq Saibi.
Preciosos bosques de cipreses en Saldropo.
¡Ala! Que lejos queda Anboto.
¡Y que arriba el Gorbea!
Lekanda, otra bonita cumbre.
Ver la gran cruz me da fuerza. Por no abrir el último paquete de muesli y dejarlo a medias he ido aprovechando el resto de comida y la verdad es que estoy hechando en falta los hidratos de carbono.
Vistas desde casi la cima: Campas de Egiriñao, más atrás las de Arraba y encima el Lekanda, presidiendo el paraiso kárstico de Itxina.
Y por fin... Gorbea, 6 de 6. Mi cara no muestra toda la felicidad que se podría esperar, pero es que todavía faltan casi 19km para llegar a Orozko, con dos simpáticas subidas que no van a ser un paseo.
Collado Aldamiñospe y cima del Aldamin.
Aldamin a la izq y Gorbea a la dcha. Las nubes se lo comen. Llevo toda la semana jugando con ellas.
Cordal a recorrer, empezando por el Oderiaga, a la izq.
Para la última ascension, pongo un ritmo y me centro en pensar en lo que voy a cenar hoy, al detalle. Se me hace bastante llevadera gracias a los huevos fritos con tomate y abundante cebolla que imagino comerme.
Vista a la otra cara de Itxina.
Suave pero largo descenso. Si no tuviese tantas ganas de llegar, disfrutaría más del bonito cordal.
Doy vista a Orozko. A la dcha el pico Untzueta.
Y ahora si, cara de felicidad. No se si por haber completado la 6 Handiak o porque acabo de comprarme un helado de medio litro que no va a durar más de media hora...
6 Handiak completada en autonomía en 4 días, 13 horas y 16 minutos ¡Reto conseguido!
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